martes, 13 de diciembre de 2011

Un Festival Dos Versiones

Àrbol plaza del Museo Nacional

El día sábado diez de noviembre fue el tan esperado Festival de la Luz, que año con año recibe en la capital a miles de personas, que esperan una noche llena de magia, color, música y diversión, este año no fue la acepción.

El simple hecho de ver las caras de los niños y por que no de los adultos, también dejo claro que el festival es uno de los eventos que más se espera con ansias todos los años y que prácticamente le dan la bienvenida a las fiestas navideñas.

Pasadas las seis de la tarde desde el paseo colon un fuerte sonido en el cielo, despertó a todos los que con ansias esperaban el inicio de lo que sería un evento que por la propaganda que se le hizo prometía ser una gran evento, y así comenzó el tradicional juego de pólvora que para muchos era el inicio de tan esperado acto.

La noche y el clima no se quedaron atrás, una noche casi impecable de esas que solo en diciembre se pueden ver y un clima que se prestó para evitar sacar las sombrillas y capas, que casi todos los presentes llevaban en caso de emergencia.

Y no hubo que esperar mucho para que una de las carrozas que año con año es la más esperada se hiciera presente, como es la carroza de la Municipalidad de San José, que este año uso el tema de la tan famosa película “Mulan”, que mezclaba cultura china, música y mucho color; acompañada con temas musicales de la misma cinta.

Seguido se dio el desfile de una gran cantidad de bandas y carrozas, que no se quedaron atrás en grandeza y color, que llenaron las carreteras de brillo y no solo las carreteras, sino también los rostros de miles de espectadores, como lo vivió Silvia Soto, vecina de Coronado, donde comento que este año el festival estaba mejor que años atrás.

“Este año las carrozas están mejor preparadas y siento que tienen más color y luces, creo que ese festival año con año va mejorando”, comento Soto.

Y no solo en cuanto a carrozas y luces mejoro este festival, sino que también la municipalidad se pulió en la instalación de graderías por todo el Paseo Colón, donde la mayoría sentados no perdieron oportunidad para vivir más de cerca este evento tan esperado en el año.

Algo diferente. El festival de la luz que por lo general asistimos, vemos en televisión y leemos en los periódicos al día siguiente, es la forma linda de ver las cosas, pero hay dos versiones de lo que es vivir el festival de la luz.

Por un lado tenemos el mundo cómodo y bello del Paseo Colón, donde las personas están cómodas en sus graderías, pero por otro lado tenemos lo que ocurre en el trayecto de este gran festival.

Algunas personas ya sentadas por el cansancio en algún caño esperando el tan mencionado festival, que aunque comienza a las seis de la tarde por la Plaza de la Cultura pasó como a las 8:30 de la noche, donde aun así las personas lo esperan con gran ansias.

Pero de que vale tales ansias si ya para estas alturas la mayoría de personas están cansadas de esperar y sin tomar en cuenta en donde descansar un poco, se sientan donde el lugar se los permita y cuando hablamos de esperar sentados, no son aquellas cómodas graderías del Paseo Colón, sino lo que sea en que se pueda sentar.

Donde los que acompañan las carrozas y las bandas que vienen ya van cansadas y lo único que pretenden es terminar, como quien dice ya se lucieron en frente de los jueces y las cámaras, ya para que esmerarse en hacerlo mejor.

Y si parece poco lo ya mencionado le agregamos los vendedores ambulantes que no dejan pasar a las personas por sus grandes bolsas de productos, y claro no falto más de un vendedor que cambio las gelatinas y las papas por unas cervezas para que el publico tuviera diversidad de productos, sin importar que se trataba de un evento cultural y no un adelanto de Palmares, que ya es común este tipo de ventas.

Y si habláramos de menores que a la vista ni de 18 años parecían con cerveza en mano, donde no les importaba quien estuviera a la par, lo único que querían era “pasarla bien” y si eso no fuera suficiente un olor muy característico a marihuana se hacía presente cada quince metros en el transcurrir de la avenida segunda.

Vecina de Guadalupe, Carmen Sanabria, comento que esto se ve desde hace años que para ella eso era normal.

“Todos los años es lo mismo, los jóvenes aprovechas estos eventos para tomar y hacer de la suyas, no sé que pasa con la fuerza pública será que no lo ven”, comento Sanabria.

Si uno como un simple espectador pudo notar esto, en donde estaría la famosa Fuerza Pública que en los periódicos menciono que estuvo controlando tan majestuoso festival,¿ Seria que se quedaron en Paso Colón disfrutando de tan hermoso desfile?.
Avenida Central

Y para los que no leyeron los periódicos de la gran cantidad de “confeti” en la avenida central, este año no se hizo esperar, el lugar parecía una gran capa blanca como quien dice “nieve falsa”, que sin importar quien fuera se le tiraba en la cara a cualquier personas que transitaban por esta zona.

Y en realidad no tienen nada malo un poco de papel en la cara, el problema es cuando nos metemos en estos lugares en búsqueda de hacer lo mismo y no aguantamos que nos lo hagan; que puede llevar a ocasionar mal entendidos por parte de los jóvenes, como ocurrió en algún momento, en donde un momento a otro los golpes no se dejaron esperar y se dio uno de aquellos tantos pleitos de la noche.

Procuremos que el otro año la equidad sea más pareja y que el famoso festival sea el mismo para todos los que asistimos, y para los que asistan que estén consientes de que es un evento cultural, no un tope de caballo donde las conductas presentadas son más comunes.

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